
En el Moco Museum de Ámsterdam, la obra de Kusama permite a los visitantes adentrarse en su mundo visionario y experimentarlo a nivel psicológico y espiritual.
El viaje artístico de Kusama comenzó en su infancia en Japón, donde experimentó alucinaciones de luces parpadeantes y campos llenos de lunares. Estas primeras visiones se convertirían en la base de su lenguaje artístico. Al crecer en una familia estricta, las aspiraciones artísticas de Kusama no recibieron apoyo de sus padres, lo que la llevó a rebelarse y forjar su propio camino. En 1957, a los 27 años, Kusama abandonó Japón y se mudó a Nueva York, donde rápidamente se convirtió en una figura más de la escena vanguardista, junto a artistas como Andy Warhol, Claes Oldenburg y Donald Judd. Su innovador trabajo en performance, escultura e instalación ganó reconocimiento internacional, haciendo de ella una de las artistas femeninas más influyentes del siglo XX.
El poder del infinito y la autoaniquilación
El concepto de autoaniquilación de Kusama es fundamental en su arte. A través de sus famosos lunares y redes infinitas, la artista crea entornos en los que el yo se entremezcla con el infinito. Su obra invita al espectador a experimentar, tanto una sensación de expansión como de pérdida de identidad, fusionando el yo con el cosmos.
Un ejemplo clave de este tema son las icónicas salas de espejo infinitas de Kusama. Estas instalaciones inmersivas utilizan superficies de espejo para crear una sensación de espacio infinito, donde el reflejo del espectador se convierte en parte de la propia obra de arte. Kusama describió este proceso como “borrar el yo” para fusionarse con el universo. La calidad reflectante de los espejos y los patrones repetitivos de puntos y luces evocan una experiencia meditativa, que invita al espectador a sumergirse en el arte.
Calabazas
Las calabazas de Kusama se han convertido en uno de sus motivos más reconocibles. Aunque las colecciones rotan por las distintas sedes del Moco Museum, a menudo es fácil ver ejemplos de sus calabazas, que reflejan su profunda conexión con la verdura y que la artista asocia a la calidez y la nostalgia de su infancia. Nacida en el seno de una familia de comerciantes de semillas, Kusama descubrió que las calabazas poseen una cualidad humorística y humana. Los puntos repetitivos con los que a menudo decora las calabazas representan tanto la obsesión como la meditación, y encarnan el diálogo artístico de toda la obra de Kusama entre el control y el caos.
El universo
El arte de Kusama está profundamente conectado con su fascinación por el universo y la idea del espacio infinito. Sus redes infinitas, compuestas por miles de pequeñas pinceladas entrelazadas, evocan la textura de los campos de estrellas y las extensiones cósmicas. Estas obras reflejan el intento de Kusama de visualizar el infinito y la disolución del yo dentro de la inmensidad del cosmos.
Su obra también refleja su lucha constante con la salud mental. Kusama ingresó voluntariamente en un hospital psiquiátrico en Japón en 1977, donde continúa viviendo y trabajando actualmente. Su arte sirve tanto como liberación emocional como forma de terapia, permitiéndole transformar el dolor personal en belleza universal.
Kusama declaró una vez: “Lucho contra el dolor, la ansiedad y el miedo todos los días, y el único método que he encontrado para aliviar mi enfermedad es seguir creando arte”.
El impacto universal de Kusama
Su influencia trasciende el mundo del arte y llega a la moda, el diseño y la cultura popular. Su colaboración con Louis Vuitton incluyó sus característicos lunares a bolsos, ropa y accesorios.
Descubrir la obra de Kusama en el Moco Museum de Ámsterdam ofrece una oportunidad única de adentrarse en la mente de una verdadera artista visionaria. A lo largo de su vida, ha utilizado su arte para retar al espectador a reconsiderar los límites de la identidad, el espacio y la percepción. La obra de Kusama es un testimonio del poder del arte para trascender la lucha personal y transformar el dolor en belleza.








Reseñas
Información Práctica
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Horario de apertura
Lunes a Domingo: 09:00 – 20:00
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Duración de la visita
Aproximadamente 60 minutos
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Ubicación
Honthorststraat 20, Amsterdam (Museum Square). Consigue indicaciones aquí.
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Contacto
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Audio Guía
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